Las semillas, aparte de como se les da a nuestros pájaros cada día, se pueden ofrecer remojadas, germinadas e incluso hervidas. La ventaja que tienen las germinadas con respecto a las remojadas y a las hervidas es que la cantidad generada de carbohidratos, vitaminas y otras sustancias, es mucho mayor. Consideraremos las semillas remojadas a las semillas que han estado unas 10-12 h (toda la noche) en agua y las germinadas desde 24 h - 48 h. Ya a las 24 h de estar sumergidas en agua y con una temperatura óptima (no debe bajar de los 20 ºC, siendo la ideal la comprendida entre los 22 º C y los 24 ºC), las semillas son más ricas en vitaminas A, B, y E, calcio, potasio, magnesio y en oligoelementos como hierro, selenio y zinc, siendo además los lípidos, carbohidratos y proteinas más fáciles de asimilar. El almidón se transforma en azúcares simples y mejor digeribles. Las proteínas se descomponen en aminoácidos libres y aumenta el contenido en aminoácidos esenciales (entre otros la lisina). Las grasas se transforman en ácidos grasos libres. Gracias a todas estas modificaciones v al aumento del contenido en humedad, los granos germinados se digieren más rápidamente. Los azúcares hacen que el germen sea muy sensible al deterioro por los mohos, levaduras y bacterias. Cada semilla tiene su propio ciclo germinativo, es decir, unas germinan antes que otras, como es el caso del negrillo y de la soja, que a las 24 h ya se les puede ver el germen (si son semillas de calidad).

Actualmente utilizo para hervir o germinar una mezcla propia formada por semillas varias en la siguiente proporción:

- 1 parte de maíz grande (espada)

- 1 parte de mezcla comercial para palomos formada por maíz de varios tipos, trigo duro, dari, sorgo, cebada, avena, arroz, haba, veza, guisante de varios tipos, lenteja, cañamón, girasol, cártamo, etc., siempre buscando que tenga un buen valor proteico.

Para conseguir que las semillas germinen podemos hacerlo mediante el siguiente método:

 
Ponemos en un recipiente (en mi caso, una olla) las semillas y lo llenamos de agua hasta que las cubra del todo, durante unas 24 horas. Ahora las pasamos a un colador y las lavamos con abundante agua. Las escurrimos bien y las ponemos bien extendidas en otro recipiente, mejor rectangular (una bandeja). Les suelo poner un poco de agua sin llegar a cubrirlas para que no les falte la humedad. Otros criadores les ponen un trapo húmedo encima. A la mañana siguiente las volvemos a lavar y a escurrir bien y las volvemos a poner en la bandeja. A las 48 horas ya tenemos las semillas germinadas (si eran de calidad) y una vez lavados y escurridas, se las podemos suministrar a nuestros pájaros solas o mezcladas con la pasta de cría. Si se dejan más tiempo en el proceso de la germinación, la raíz les crece demasiado y después los pájaros no se las comen bien. Las suelo gastar en dos días máximo y las mantengo en el frigorífico, dejándolas un tiempo fuera para que cojan la temperatura ambiente.
 
 
Una vez que se lavan bien, es muy recomendable vertir un poco de vinagre o un producto llamado mold curb para modificar el pH del medio y hacer que hongos y basterias no se desarrollen. En general, suelo proporcionar a mis pájaros semillas remojadas, hervidas o germinadas durante todo el año. La diferencia radica en la composición de la mezcla de semillas a germinar, aumentando la cantidad de semillas más proteicas, como la soja, guisantes, etc. antes (preparación de los reproductores), durante (alimentación de las crías) y después de la reproducción hasta la muda. En época de reposo, el maíz es el que predomina. Hay quien se las da junto a la pasta de cría seca. En mi caso, se las pongo solas.

Actualmente no corro riesgos con las semillas germinadas. Sólo uso semillas hervidas. Las hago una vez a la semana y las separo en bolsas especiales para congelar. Dejo tres bolsas en el frigorífico y las demás las congelo, sacándolas un día antes de ponérselas. El proceso que sigo es muy sencillo. Pongo en una olla bien grande las semillas con agua y las pongo a hervir. Una vez llegan a ebullición, las deja 20 min hirviendo y una vez pasados esos minutos las dejo que reposen un buen rato, que puede ser 30-45 min. Las enjuego muy bien y las separo en 7 bolsas, una para cada día de la semana.

Hay veces que les pongo en vez de las semillas hervidas guisantes frescos que los mantengo congelados con brócoli y zanahorias triturados.